Bienvenidos a otro Estilo Del Lente, esta vez les traemos un estilo peculiar, un estilo que nos permite ver lo que el ojo no capta, que nos traslada a un mundo distinto y expande la manera que percibimos las cosas; así es, hoy hablaremos de la macrofotografía.
La macrofotografía realmente se define como la realización de una fotografía a gran escala sin importar la relación entre el tamaño verdadero del sujeto y la fotografía, pero se ha ido utilizando más para definir a las fotografías de sujetos mínimos (insectos, gotas de agua, detalles difíciles de captar con el ojo humano, etc.) a gran escala y detalle. Tienen un uso muy acentuado dentro de la investigación biológica, debido a que con ellos es posible la documentación y estudio de características de diversas especies, tanto animales como vegetales. Además de ello, también son valorados en la fotografía de artículos de reducido tamaño como joyas, monedas, estampillas, entre otros objetos.
La macrofotografía requiere unos lentes macro, que son lentes capaces de llevar estos micromodelos a una escala 1:1 (escala real); pero como todo objetivo, suelen ser algo costoso. Sin embargo, tenemos opciones mas económicas que nos ayudaran a tomar fotografías de este estilo. Cada una cuenta con sus defectos, ya que son opciones viables pero no optimas, pero para comenzar y experimentar son una buena opción. Estas opciones pueden ser:
Lentes de aproximación. |
- Lentes de aproximación: son cómodas de usar, no implican quitar y poner el objetivo y, además, apenas restan luz al objetivo. Sin embargo, ciertas lentes de aproximación (especialmente aquellas que otorgan mayor aumento) pueden dar problemas de enfoque, restar definición a la imagen o, incluso, mostrar definido sólo el centro de ésta.
- Tubos de extensión: proporcionan más acercamiento al sujeto que las lentes de aproximación pero para utilizarlos se debe desenganchar el objetivo del cuerpo. Limitan bastante la luz que llega al sensor pero, por otro lado, las imágenes que se consiguen con ellos tienen más definición que las que se consiguen con las lentes de aproximación.
- Fuelle de extensión: más o menos se consiguen los mismos resultados que con los tubos de extensión. La principal diferencia es que, con el fuelle, puedes controlar exactamente la distancia focal que tendrás. Además, se acostumbra a perder el contacto objetivo-cámara, así que perderás el fotómetro y deberás calcular la luz a ojo o por ensayo-error.
- Inversión del objetivo: necesitarás una cámara que te permita usar el fotómetro con los anillos inversores necesarios para este método. Los resultados pueden llegar a ser muy espectaculares pero debes manipular la parte trasera del objetivo, cosa que nunca es recomendable.
Un objetivo macro verdadero debe estar preparado para enfocar un objeto al menos al 50% de su tamaño real, respecto al tamaño de la película o del sensor, es decir un factor de ampliación de 0,5 (1:2) o más. La gran mayoría de cámaras compactas y de algunos objetivos zoom tienen el símbolo o el rótulo macro. En realidad esta función muestra la máxima ampliación del dispositivo, pero realmente (y por lo general) una cámara digital compacta alcanza factores de ampliación de 1:4 o menos (respecto a su propio sensor, de tamaño casi siempre mucho más pequeño que el de 35mm), razón por la cual las imágenes obtenidas con estos sistemas no se consideran macros propiamente dichos.
Lo más importante para una fotografía de este estilo es el encuadre y tu manera de mostrar al resto estas maravillas del mundo. Concéntrate en lo que vez, busca buena luz, un buen encuadre, acércate lo más que puedas, agarra tu cámara firmemente y presiona ese disparador. Una buena lectura (¡GRATIS!) es un libro de Juan Cesar Jover donde recopila todas sus experiencias con este estilo que puedes descargar haciendo click aquí.
Quisiera saber tu opinión sobre el tema: ¿Qué opinas tú acerca de la fotografía macro? ¿Cómo buscarías tú mostrarle el mundo a los demás de una manera distinta a lo que percibimos?
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